Era un mundial tan
duro para el ciclista, como esperado por los aficionados. 262 kilómetros de
pura emoción y ciclismo del bueno por tierras austriacas. La selección española
se opositaba como una de las favoritas al título, con Alejandro Valverde como
claro líder, quién además era el campeón según las casas de apuestas. Le
acompañaban David de la Cruz, Mikel Nieve, Enric Mas, Jon Izaguirre, Jesús
Herrada, Omar Fraile, Castroviejo, una gran selección para plantar cara a
potencias como Francia o Italia.
La dureza del circuito propició que la tradicional fuga
mundialista, aprovechada por sus participantes para lucirse y que se hablé de
ellos, alcanzase hasta los veinte minutos de ventaja. Era un grupo amplio, de
19 participantes, quienes con el paso de los kilómetros y los puertos se fueron
quedando, hasta que la cabeza se quedó reducida a apenas dos ciclistas. El
pelotón fue calmado y agrupado en aproximadamente los 100 primeros kilómetros
de meta. Pero cuando la carrera se puso tensa, y la velocidad se empezó a
apoderar del pelotón, comenzaron los problemas. Rogliz, quien algunos colocaban
entre los favoritos, sufrió una aparatosa caída, tras la cual parecía que se le
había ido la carrera. Cedía Peter Sagan, que no estaba entre los favoritos,
aunque el insistía en que podía ganar este mundial. En el momento de quedarse,
que supuso en abandono al siguiente paso por meta, no fue una noticia que
pillase muy de sorpresa al campeón de la prueba en los últimos tres años, ya
que se le vió riéndose y con buena cara.
Después se quedó el flamante campeón de la Vuelta Simon
Yates, a quién la ronda española ha pasado factura en Austria, y poco después
su hermano, dejando al combinado británico casi sin opciones. Seguián pasando
los kilómetros en la prueba mundialista, y seguían siendo cada vez mas los
favoritos que se quedaban sin opciones, ahora el turno de Kwiatowski, que se
descolgaba del grupo y abandonaba al pasar por boxes y verse sin opciones.
Italia llevaba el mando del pelotón, con grandes nombres como De Marchi o Pzzovivo
tirando del gran grupo, pero este dominio no hizo efecto en Nibali, ya que e
ganador de la tres grandes vueltas, lejos de meta veía como este no era su año
para vestirse de arcoíris. Llegaba la última vuelta, la escapada inicial estaba
controlada y sin opciones, y la selección española mantenía delante a cuatro
corredores, Mikel Nieve, quien ha sido de los españoles que menos se ha lucido,
un gran De la Cruz, que salí con facilidad a varios ataques propuestos por
países como Italia, Valverde, guardando para el final, y Jon Izaguirre. Este
último ha sido una pieza clave en la selección, un equipo que no ha habido
corte en el que no tuviera ciclista, y eso ha sido en parte gracias al de
Bahrain.
Llegaba la penúltima ascensión del día, dentro de circuito
ordinario, y un fuerte corte se provocaba por delante, con presencia española,
de Izaguirre. Era un corte que podía llegar lejos, y todas las grandes
selecciones tenían un corredor dentro, menos Italia, que tomó los mandos del
pelotón para intentar que el grupo no llegase muy lejos. La locura en la cabeza
y la velocidad de los italianos por detrás hicieron que el gran grupo fuese
poco a poco neutralizando gente, hasta qye se quedó solo Valgren. El de Astana
rodaba a buen ritmo, e incluso la gente se planteó que pudiese ser un ataque definitivo, pero la dureza de los de
detrás hizo que llegase a pie de último puerto, fuera de circuito, con apenas
30 segundos. Comenzaba la dura subida al puerto final con rampas de hasta el
28%, y desde el principio se iban quedando los ciclistas que formaban el grupo.
Rogliz, que había vuelto a pelear tras su caída al comienzo de la prueba,
Dumoulain, entre otros. Hasta que un gran movimiento de táctica, Francia
atacaba con tres ciclistas, Pinot, Bardet y Allaphillipe, ataque que solo
pueden seguir Valverde, Woods y Moscon. Rápido se quedó Pinot y neutralizaron a
Valgren. En un momento dado de la ascensión, Bardet pone un ritmo duro, y su
compañero Allaphillipe cedía, al correr sin pinganillo el de Ag2r no se dio cuenta
de que el favorito francés no aguantaba el ritmo. Siguió la ascensión, Moscon
se sentó en el sillín y se quedó atrás, y coronaron Bardet, Woods y Valverde,
que iban encaminados a las medallas.
Los tres de cabeza iban encaminados a las medallas, solo se
les pudo incorporar Dumoulain, tras una gran bajada. Pero el esfuerzo en la
persecución hizo que el holandés no pudiese disputar un emocionante sprint,
donde Valverde arrancó de lejos, guardando el lado derecho, y sin relajarse en
ningún momento. Finalmente fue para el español, que por fin, tras seis
medallas, la séptima fue de oro, y a sus 38 años se viste de arcoíris, tras
Bardet, plata, y Woods, bronce. Gran mundial que no olvidaremos en la vida,
vaya espectáculo, vaya exhibición de la selección, y vaya tremenda victoria de
Alejandro Valverde, quien no pudo parar de llorar en meta, como muchos
aficionados españoles, que no olvidaremos el día de hoy en la vida.
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